Cuatro
meses después, lo único claro en el crimen e investigación del caso Ayotzinapa
es el carácter putrefacto y pusilánime del Estado mexicano bajo el gobierno
actual.
“Fue
el Estado”, decimos con la seguridad de que se trató de un crimen propiciado
por la situación de violencia absurda y encarnizada con que se “combate el
crimen organizado” en nuestro país en estos dos últimos gobiernos prianistas.
Pero también fue el Estado porque...