Intervención en debate sobre creación de la Policía Federal Preventiva



Dictamen de la Comisión de Justicia, con la opinión de la de Seguridad Pública, con proyecto de decreto por el que se expide dicha ley y se reforman diversas disposiciones de las leyes: Orgánica de la Administración Pública Federal; General de Población; de Vías Generales de Comunicación; de Caminos y Puentes y Autotransporte Federal; Aduanera, y del Servicio de Administración Tributaria. Se le dispensa todos los trámites. (Ver dictamen)

En contra

Cámara de Diputados, 13 de diciembre de 1998.

Compañeras y compañeros diputados.

De nueva cuenta se nos presenta un dictamen que de aprobarse representará un enorme retroceso en la construcción de las instituciones que necesita un estado democrático de derecho, más aún, uno organizado como República Federal. Retroceso para la procuración de justicia, retroceso para la debida garantía de respeto de los derechos humanos hacia la ciudadanía, retroceso para el fortalecimiento del federalismo y retroceso para la propia seguridad pública que la ciudadanía exige que este Congreso le otorgue en sus leyes.

Compañeras y compañeros, hay mucha literatura sobre seguridad pública y parece que nuestros compañeros legisladores con el ánimo de dar el sí a todo lo que proponga el Ejecutivo, no son capaces ni siquiera de ojearle, si tuvieran esa precaución podrían encontrar cosas muy interesantes, para poder impedir tan atroz construcción de un cuerpo policiaco como el que ahora se propone.

Encontré por ejemplo aquí un artículo, dentro de esta literatura abundante que existe sobre las policías, un artículo muy interesante de marzo de 1996, que el único articulista especializado en seguridad pública, Rafael Ruiz Harret, titulada en ese entonces "los sueños fílmicos de Lozano Gracia" y lo titulaba así porque en declaraciones hechas por el entonces procurador, él manifestaba la necesidad de que se legislara sobre espionaje telefónico, se facultara a la gente a hacerlo, la infiltración e investigación encubierta, la suspensión de la pena a los soplones, las recompensas a los informantes, la protección a testigos claves, la tolerancia temporal a prácticas delictivas hasta agarrar a los jefes, la creación de unidades especiales, la posibilidad de que en casos urgentes se procediese sin autorización judicial, en fin, decía este articulista que está hasta la convicción de que la película es del orden federal, del FBI y que cuando no lo sea podrá ejercer la facultad de atracción.

Ahora no solamente es la película sobre esas leyes; ahora nos quieren reproducir las series televisivas norteamericanas para crear un buró mexicano de investigación federal. Parece que las fantasías fílmicas de Lozano Gracia se han llevado en este momento hasta sus últimas consecuencias nombrando como comisionado al encargado de esta Policía Federal.

Un diputado decía que seguramente se inspiraron en "Ciudad Gótica" para nombrarlo así, "el comisionado de Ciudad Gótica".

Las fantasías televisivas de Lozano Gracia, por eso el voto favorable del PAN.

Pero nuestros compañeros realmente no atienden a nuestra historia; la literatura en seguridad pública también nos indica que el derecho anglosajón que heredó Estados Unidos en materia penal es muy atrasado, compañeros, eso que la diputada Carolina O'Farrill en una sesión anterior decía: modernizar nuestro derecho penal, es retrocederlo, porque nuestro derecho penal nacido en 1810, con nuestra independencia, es un derecho que protege los derechos humanos, posteriores a la construcción del derecho norteamericano anglosajón en materia penal.

Nosotros estamos imitando un derecho penal norteamericano que los propios norteamericanos han tratado de ir superando en los años. Fíjense ustedes que hasta 1923, muchos años después de haber establecido aquí nuestro derecho de amparo. El supremo tribunal de Estados Unidos dictó tres disposiciones que en nuestro país tenían más de un siglo de ser evidentes: todo detenido debía ser presentado ante un tribunal sin dilación alguna, tenía derecho a recibir asistencia legal y además las pruebas obtenidas por medios ilegales carecían de valor judicial. Ahora nosotros estamos eliminando todo eso junto con la creación de nuestro FBI.

Sin embargo, fíjense ustedes que el único que se quejó de este avance, de esta imitación hacia nuestro derecho penal entonces vigente, fue Edgar Hoover, director del FBI, quien criticó las medidas diciendo que nacían de una piedad indebida hacia el criminal y algunas instituciones de ultraderecha calificaron esto como una tontería que no podía defender la ley.

Hay mucha literatura sobre esto compañeros; sería bueno que ustedes regresaran a nuestros orígenes, no a los de Estados Unidos, no a los de la película de Batman y Robin. Nosotros necesitamos crear instituciones mexicanas, no FBI; eso no es lo que necesitamos, compañeros.

Aquí hay otro libro, que también hubieran podido consultar, en donde se dice que las instituciones policiacas pueden determinarse, pueden calificarse de acuerdo con tres criterios fundamentales: el primero se refiere a la especialización de las policías; el segundo se refiere a la descentralización de las policías y el tercero se refiere al respeto humano, al respeto de los derechos humanos que tengan esos cuerpos policiacos.

Nosotros, de acuerdo con esta calificación que hacemos estamos regresando, estamos deshaciendo la descentralización, estamos deshaciendo el respeto de los cuerpos policiacos por los derechos humanos; estamos deshaciendo también la especialización de las policías, Todo, todo, es un retroceso que va directo a lo que los italianos decían que únicamente se le hubiera podido ocurrir a Mussolini. Eso hizo Mussolini entonces, eso hizo Porfirio Díaz, eso hizo Augusto Pinochet. Compañeros, van derechito para allá.

Nos engañan quienes dicen que la Policía Federal Preventiva, en realidad sí la policía nacional tiene un carácter meramente preventivo, cuando le están dando facultades de coadyuvante de las policías municipales ni siquiera de auxiliar, de coadyuvante de las policías municipales y del Ministerio Público. Se dice que sólo podrá actuar en su auxilio a petición de la autoridad competente, es un completo engaño. ¿Quién va a creer que una policía a la que se le están reservando cerca de 8 mil millones de pesos, ése fue el presupuesto que nos dijo el subsecretario de Seguridad Pública de Gobernación que va a tener esa policía, cerca de 8 mil millones de pesos de la que por cierto los estados tendrán que aportar 1 mil 400 millones. Es un presupuesto que equivale casi al doble de lo que se le dará en materia de seguridad pública a estados y municipios. Obviamente se van a seguir empobreciendo las pequeñas policías municipales que ni armas tienen y va a venir en su auxilio la súper Policía Federal Preventiva.

Las policías previenen el delito eficaz únicamente cuando conocen a la población en la que trabajan. Esta Policía Federal va a tener una total desvinculación con la población, por lo tanto le será más fácil reprimir a la población, no respetar sus derechos, no saber en dónde existe la delincuencia ahí y además podrá actuar libremente porque ya probamos una liberalización tremenda en la persecución de los delitos.

Yo quisiera terminar únicamente, ya que el tiempo se está agotando, ya es imposible pedirle a este Congreso, pedirle más bien a esta Cámara que tenga racionalidad de algún tipo. Pero por lo menos que sea honesta, eso es lo que se les puede pedir a los legisladores; nunca hubo una reunión en conferencia entre las dos cámaras, nunca la hubo; si los compañeros del PRIAN se reúnen entre ellos, no quiere decir que puedan acordar por toda la Cámara. El nuevo partido de Estado quiere ahora sustituir al Congreso de la Unión. Eso, compañeros, no debe ser posible.