Intervención en debate sobre solicitud de renuncia del rector Barnés a la UNAM



Presentación de punto de acuerdo respecto de la "intromisión de diputados federales en asuntos internos de la máxima casa de estudios y agresiones al rector de dicha institución en la sesión pasada".

Cámara de Diputados, 28 de octubre de 1999.

Gracias, señora Presidenta; compañeras y compañeros diputados:

Quiero que escuchen estas palabras, dice así: "algunos piensan que el conflicto universitario ha ocurrido simplemente porque a la minoría intransigente no se le ha controlado con la fuerza del Estado. Frente a esta respetable, pero desde mi punto de vista equivocada opinión, cabría reflexionar si el daño que la minoría intransigente ha causado a la Universidad hubiese sido posible de haberse logrado el diálogo y el acuerdo entre quienes representan al resto de la comunidad universitaria.

Esta comunidad no se divide únicamente entre los intransigentes y el resto de ella y en ésta hay distintas propuestas, visiones e incluso intereses que de tiempo atrás debieron ser conciliados en beneficio de la Universidad, mediante el diálogo, mediante el acuerdo. Hubiese sido mucho menor el daño de haber existido el diálogo y el acuerdo entre todos los universitarios."

Esto fue lo que dijo antier el Presidente de la República y aquí ningún diputado, ninguna diputada y tampoco afuera, el rector Barnés y nadie curiosamente, se quejó de intromisión a la vida interna de la Universidad.

La UNAM es una institución pública y como tal es parte de la vida pública de este país; la UNAM es propiedad de la sociedad mexicana y por lo tanto corresponde a todos los mexicanos opinar, sí opinar, sí recomendar respecto de lo que en ella suceda y en este momento está sucediendo un conflicto gravísimo que puede, como ha advertido mucha gente, intelectuales, miembros de la propia comunidad universitaria y sí, también, partidos políticos, puede destruirla.

La UNAM se encuentra en una crisis increíble, en la que nosotros no podemos no opinar, no podemos no decir nada, no podemos quedarnos viendo cómo se destruye una institución pública tan importante, creada hace más de 80 años en nuestro país.

Nosotros el día de antier, el pasado martes, entregamos, quisimos entregar porque no nos recibió, al doctor Francisco Barnés de Castro, esta hoja que lo que dice es lo siguiente: "como ciudadanos y representantes populares de la nación, que observamos el grave riesgo en el que se encuentra la UNAM, sin duda la más importante institución de educación superior e investigación nacional y en virtud de que usted, lejos de ayudar a la solución del grave conflicto, se ha convertido en un obstáculo para encontrar una salida al ya prolongado conflicto, le demandamos lo siguiente:

Unico. Renuncie inmediatamente a su cargo con el fin de allanar el camino a la solución de este grave problema para la educación superior y para la nación. Este sería el mejor homenaje que podría rendir al maestro Justo Sierra".

Compañeras y compañeros, son las palabras que repetimos verbalmente al rector Francisco Barnés de Castro. No hay una sola palabra altisonante, no hay una sola agresión en este texto, no hay un solo texto peyorativo; hay una solicitud política porque es nuestra responsabilidad como ciudadanos los sucesos que acontecen en la Universidad.