Polyforum Cultural Siqueiros, 29 de abril de 2003.
Compañeras y compañeros:
Los candidatos que hoy tomamos protesta venimos a reivindicar nuestro proyecto político. Dentro de unos días el Partido de la Revolución Democrática cumplirá 14 años. Son 14 años de trabajo incesante por ver transformado nuestro país. Pero son más de 14 años que representan las esperanzas de varias generaciones de mexicanos por ver realizada la democracia, la justicia, la equidad social.
Comprendemos lo que nuestra historia significa y aceptamos con orgullo esta enorme responsabilidad.
No es poco lo que el PRD ha logrado ya. Le hemos devuelto a la ciudadanía la certidumbre de que puede haber gobiernos que los representen fielmente, que resuelvan sus problemas, que cumplan sus promesas.
El PRD ha inaugurado una forma de gobernar y legislar que parecía imposible. Que nos querían hacer creer que era imposible. Ya no pudieron.
Dijeron que no se podía legislar en la Ciudad de México. Hace 12 años que se hace. Dijeron que era imposible elegir al gobernante del Distrito Federal. Hace seis años que lo elegimos. Quisieron impedir que eligiéramos a los titulares de las delegaciones políticas. Hace tres años que lo hacemos. Pronosticaron que la democracia desestabilizaría a la capital. Y es la forma en que los ciudadanos nos hemos dado los gobiernos que ya merecíamos.
Hemos logrado una nueva cultura política. En esta Ciudad nadie duda que los adultos mayores tengan derecho a vivir dignamente. Que el gasto debe priorizarse en quienes más lo necesitan. Y que las mujeres somos protagonistas de este proceso de transformación.
El día de hoy millones de mexicanos confían en el PRD, en su proyecto, en su forma de hacer leyes y de hacer gobierno. Nuestro partido ha mostrado que es posible gobernar y legislar con sensibilidad social y transparencia, con eficacia y apego a la ley, con austeridad, con sentido de responsabilidad y de justicia.
El día de hoy, venimos a refrendar estos objetivos y nuestra perseverancia para alcanzarlos.
La Ciudad de México merece eso y más. Merece nuestro esfuerzo para seguir buscando las mejores formas de participación, de convivencia, de desarrollo armónico, de inversión pública y privada, de calidad de vida para sus habitantes.
Merece que se legisle para lograr mecanismos de seguridad pública e impartición de justicia más eficientes. Merece acceso universal a la salud y la educación. A una mayor creación y difusión cultural. Merece que siga creciendo el gasto en infraestructura e imagen urbana.
La Ciudad de México merece que sus próximos gobernantes, que sus próximos legisladores, le demos todo nuestro esfuerzo para consolidar su viabilidad futura.
El día de hoy tomamos protesta como candidatos de un proyecto de Ciudad y de país sustentado en la realidad, con compromisos concretos y con la entereza para cumplirlos.
Quienes representamos este proyecto político no nos sentimos frenados por nadie. No ofrecemos excusas ni lamentos para justificar la ausencia de proyecto ni la incapacidad para gobernar. Nuestros principios, nuestra congruencia y solidez, nos dan la fuerza para hacer gobierno y leyes para todos. Nosotros no somos un video, una imagen lejana y diferida. Nunca en nuestra historia nos hemos olvidado de la gente.
El próximo 6 de julio no vamos a inventar la Ciudad ni a engañar a nadie.
No vamos a defraudar la responsabilidad histórica que la gente nos ha confiado.
Queremos que florezca la esperanza para vivir bien.
En la Ciudad más grande del mundo, el PRD gobierna y seguirá gobernando bien. Que no quede duda. Tenemos historia. Tenemos capacidad política incluyente. Nos apoyan los hechos y la confianza de la gente. Y, por eso, este 6 de julio, casa por casa, calle por calle, barrio por barrio, colonia por colonia, cada distrito, todas las delegaciones políticas, las vamos a ganar.
Este 6 de julio, por tercera vez, vamos a ganar la Ciudad de México.