Lenia
Batres Guadarrama
Vamos
a ganar, ya no cabe duda. Pero ¿nos van a respetar el triunfo?
El
fantasma del fraude electoral nos persigue desde 1988. Cuando el pueblo ha
optado por la izquierda, una poderosa élite político-económica se ha apresurado
a impedir su ascenso a la presidencia. Ni en 1988 ni en 2006 fue suficiente la
fuerza de los votos para afianzar el triunfo.
Al
inicio de esta campaña, la posibilidad de otro fraude flotaba pesada en el
ambiente de nuestros propios simpatizantes. No nos van a dejar llegar. Nos van
a hacer trampa.
Entre
más crece la presencia de Andrés Manuel López Obrador, más se mitiga ese gran
temor, aunque persisten dudas en mucha gente.
Andrés
Manuel hizo bien en incorporar en esta fase de la lucha electoral, la
insistencia en que sólo el pueblo puede salvar al pueblo y que será el pueblo
organizado el único que podrá impedir un nuevo fraude electoral.
Logró
que permeara la necesidad de generar la estructura protectora que no logramos
en 2006. La gente es muy consciente ahora de que nos corresponde cuidar los
votos. Sabemos que el recuento voto por voto, casilla por casilla no será
necesario si logramos garantizar el cuidado de cada urna.
Hay
quienes insisten en que al sumar los votos se puede cometer el fraude y piden
auditar el sistema de captura de los votos. Que estén tranquilos, les decimos,
porque en un país en el que, aun con el Youtube,
la memoria pública consta por escrito, la “verdad jurídica” está en las actas.
Por eso, insistimos a quienes se anotan como representantes de casilla del
Movimiento de Regeneración Nacional que no se preocupen de la captura, que nos
concentremos todos en vigilar la jornada electoral, de principio a fin, garantizando
que quede anotado cualquier acontecimiento sospechoso y que el conteo de sufragios
se haga minuciosamente.
El
criterio adoptado de suma de votos es complicado, porque serán válidos todos
los votos para las coaliciones. Y si éstos están divididos se contarán en el
fragmento que corresponda a cada partido.
Es
muy importante, en estos días, terminar de capacitar a nuestros representantes.
Imbuir la mística que significa su enorme contribución al cuidado de cada
casilla electoral.
Hay,
paralelamente a la estructura de vigilancia directa de Morena, otros esfuerzos
que se están haciendo para evitar un fraude.
En
primer logar, los jóvenes de #YoSoy132 que se anotaron como observadores para
el proceso.
Igualmente,
se han organizado intelectuales y académicos,
entre los que se encuentran Lorenzo Meyer, Jonh Ackerman, Carlos Gershenson e
Irma Eréndira Sandoval, a través de la creación del Frente Ciudadano en Defensa
del Sufragio Efectivo, que promoverá el monitoreo ciudadano “Todos contamos”,
“Foto por casilla” y el Observatorio Universitario Electoral, por medio de las
redes sociales para detectar posibles actos de coacción y compra de votos y de
dispendio electoral, principalmente.
¿Nos
pueden hacer fraude por tercera ocasión? nos preguntamos todos. Sí, claro. Eso
querrían, más si como está sucediendo, no les funciona la guerra sucia contra
nuestro candidato. Pero ahora tenemos lecciones, instrumentos y condiciones
mayores y mejores para defendernos. La organización popular, en principio.
Nos
podrían hacer fraude, pero no lo vamos a permitir. La tercera es la vencida sin
duda. 2012 es el año del gobierno del pueblo mexicano.
Revista EMET, 8 de junio de 2012.