Intervención en debate de reforma penal en materia de delitos "de cuello blanco" / 5


Dictamen de la Comisión de Justicia, con proyecto de decreto que reforma diversas disposiciones del Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común y para toda la República en Materia de Fueron Federal, del Código de Procedimientos Penales y de la Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución, referente a la lucha contra el crimen en delitos financieros. (Ver dictamen)

Sobre el artículo 194 del Código de Procedimientos Penales, en contra

Cámara de Diputados, 2 de diciembre de 1998.

Compañeras y compañeros:

De hecho este tema ya lo hemos discutido porque se refiere a convertir en delito grave la utilización indebida de documentos a que se refiere el artículo 240, cuya modificación acaba de aprobar lamentablemente esta Cámara.

Estamos haciendo entonces, no solamente ya lo que cometimos en el 240-bis, convirtiendo en un delito una cosa realmente incoherente y además negativa para el país, sino además convirtiéndolo en delito grave. Entonces la penalidad va a ser alta, no tendrán derecho ni siquiera a fianza las personas que presenten documentos de tipo bancario referidos en el 240-bis en un juicio o en cualquier otra circunstancia. No solamente habrán cometido delito, sino lo habrán cometido grave.

Yo no se compañeras y compañeros, si esto sea convertir nuestro derecho penal en un derecho penal moderno, porque con estas acciones lo que estamos haciendo es convertirlo en un derecho penal al estilo del estadounidense, si nosotros creemos que eso es modernidad que además va en contra de cualquier concepción de Estado moderno, porque vulnera lo que protege el Estado moderno: la democracia, la libertad, las garantías individuales.

Yo creo que estamos dando pasos atrás, estamos convirtiendo nuestro derecho en el principio que tiene el derecho penal estadounidense y considerar a todo acusado como culpable, mientras no demuestre lo contrario.

Nosotros aquí, tradicionalmente, por la lógica que ha tenido nuestro derecho penal mexicano de defensa de las garantías individuales, hemos partido del principio de que toda persona, todo acusado, es inocente mientras la autoridad no demuestre lo contrario y por eso reivindicamos, por eso reafirmamos en este momento que efectivamente más vale un delincuente en la calle que cientos o miles de inocentes en la cárcel y, además, sin derecho a nada, como lo estamos estableciendo con esta reforma.

Estamos retrocediendo años; las consecuencias del porfiriato están en nuestra historia. Ojalá podamos nosotros rectificar el camino al que va directamente y está conduciendo el presidente Zedillo a este país.

Gracias.