Intervención para presentar una proposición con punto de acuerdo para incrementar el presupuesto para los programas destinados a la juventud



Presentación de proposición con punto de acuerdo para incrementar el presupuesto para los programas destinados a la juventud.

Cámara de Diputados, 25 de noviembre de 1997.

Gracias, señora Presidenta; compañeras y compañeros diputados:

De un análisis realizado de las políticas públicas orientadas a los jóvenes en nuestro país, hemos detectado una serie de puntos importantes. Es para este tema que solicitamos hacer uso de la palabra.

En el informe de la Cuenta Pública de 1996, entregado a esta soberanía, se muestra que de las 18 secretarías de Estado existentes, únicamente cinco destinaron recursos presupuestales para programas particulares de atención a los jóvenes durante 1996. Estas secretarías son:

La de Educación Pública que manejó 20 programas y subprogramas; las de Salud y Desarrollo Social que tuvieron a su cargo cinco cada una; la de Reforma Agraria, que tuvo dos y la Procuraduría General de la República, que encabezó uno.

Es por sí mismo alarmante el reducido número de programas públicos dirigidos a la juventud mexicana, según se muestra en la Cuenta Pública de 1996.

Aunado a esto la desarticulación con la que se ejercieron estos programas, reconocida por el propio presidente Zedillo en su informe de gobierno, llegó en algunos casos a ser incongruente.

Por ejemplo, la Secretaría de Educación Pública tuvo a su cargo el programa: "Recreación, Deporte y Esparcimiento". Pero en la Cuenta Pública aparece también el programa: "Recreación, Deporte y Esparcimiento", a cargo de la Secretaría de Salud, lo cual es incongruente, reiteramos.

Caso similar es el de los tres programas para el tratamiento de las adicciones, que realizan en total descordinación la Procuraduría General de la República, la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Salud.

Nosotros nos preguntamos: ¿para qué duplicó y triplicó el Gobierno Federal una misma actividad con los mismos objetivos, en secretarías distintas, con presupuestos y personal a cargos separados?

La falta de seriedad de las autoridades frente a la problemática de los jóvenes, ha llegado a tal grado que hemos encontrado programas como el de Educación Secundaria General, al que se asignaron alrededor de 337 millones de pesos; de los cuales sólo se ejercieron cerca del 30%. Los restantes, más de 200 millones, fueron transferidos a la Comisión Nacional del Deporte, argumentándose simplemente errores en la programación.

Esta situación nos habla de un total desconocimiento de las necesidades educacionales de los jóvenes.

Señor Presidente, hago una moción para el orden. Allá hay una conferencia de prensa.

El Presidente:

Se ruega a los señores diputados guarden el orden debido, para que la diputada en el uso de la palabra pueda seguir con su exposición.

La diputada Lenia Batres Guadarrama:

Por otro lado, es importante mencionar que en los casos en que se realizó una asignación presupuestal para los distintos programas dirigidos hacia jóvenes, ésta no fue ejercida en algunos y en otros su aplicación fue totalmente ineficiente.

Notable es el caso de los centros de integración juvenil, cuya función de reinserción de jóvenes marginados es de vital importancia para la sociedad y que a pesar de haber recibido una transferencia de 10 millones de pesos, más de los originalmente presupuestados, registró una disminución de sus metas en 47% con relación a 1995.

Nosotros pensamos que a pesar de que los programas generales de otras secretarías podrían tener cierta incidencia hacia la juventud, no poseen un enfoque específico para este grupo poblacional.

Hasta ahora la respuesta gubernamental a la problemática de los jóvenes, ha quedado prácticamente reducida a la promoción de actividades deportivas. Tal parece que no existe interés en profundizar en el amplio espectro de nuestras necesidades y que la solución a todos los problemas de los jóvenes, se encuentra en el deporte.

Prueba de esto es que casi todas las dependencias sí asignan un presupuesto para el deporte, mismo que evidentemente no se refleja ni siquiera en los resultados que tenemos a nivel nacional.

Queremos, finalmente, destacar el caso del subsector laboral, al que se asignaron originalmente 2 mil 18 millones de pesos, de los cuales sólo se ejercieron 898 millones, según muestra la Cuenta Pública de 1996. Es decir, se ejercieron 1 mil 120 millones menos de los que fueron originalmente presupuestados. Esto resulta dramático, si consideramos que hasta 1995 el número de jóvenes sin oportunidad ocupacional, es decir, menores de 30 años que se encuentran desempleados o que reciben menos de un salario mínimo se ubicaba en 4 millones 909 mil 904, según muestran los datos oficiales disponibles. Esto es sólo hasta 1995.

Dada esta situación, no nos explicamos simplemente las razones del ahorro que tuvo la Secretaría del Trabajo en su presupuesto, dado que, entre otras cosas, se encarga de disminuir el desempleo de los mexicanos.

Por estas razones, compañeras y compañeros diputados, hemos promovido la siguiente propuesta de acuerdo parlamentario:

Los diputados abajo firmantes, miembros de distintos partidos representados en esta Cámara, con fundamento en lo dispuesto en el ar tículo 58 del reglamento que nos rige, sometemos a la consideración de este pleno la siguiente propuesta:

Consideramos de relevancia trascendental la atención que el Gobierno mexicano, a través de las distintas dependencias de la administración pública federal, debe brindar a los jóvenes mexicanos. Creemos que este sector no ha sido apoyado de manera suficiente por las políticas del Estado mexicano, lo que se refleja en los problemas de educación, salud, empleo y vivienda que padece actualmente la juventud mexicana, mismos que lejos de atenuarse se han ido agravando.

A excepción de los recursos destinados a la educación, el presupuesto para programas dirigidos a la juventud no se han incrementado significativamente, lejos de ello ha sido sacrificado a la hora de la realización de transferencias hacia otros programas, como se demuestra en la Cuenta Pública de 1996.

Además, existen programas homónimos encabezados por distintas dependencias dirigidos hacia los jóvenes, lo que hace suponer que no existe una completa racionalización de los fondos públicos en esta materia.

Por lo anterior, nos pronunciamos en favor de que se racionalice el presupuesto destinado a los programas de Gobierno, dedicados específicamente a coadyuvar, a resolver las distintas necesidades de los mexicanos entre 15 y 29 años de edad. Asimismo creemos que esos programas deben articularse y su presupuesto quedar circunscrito a la aplicación de los programas en cuestión, es decir, quedar etiquetado.

Paralelamente proponemos que se analice detenidamente la posibilidad de que se amplié el espectro de programas que las distintas secretarías de Estado mantienen actualmente en su seno para la atención a los jóvenes, así como su presupuesto a fin de proveer de soluciones a la problemática particular de este sector.

Igualmente creemos que deben de estudiarse las posibilidades presupuestales para la creación de un programa nacional de empleo juvenil, con su respectiva asignación, que se aboque a combatir el rezago que padecen más de 1 millón de jóvenes en desempleo abierto en el país, a cargo de la Secretaría del ramo, así como la formación de un programa específico dedicado a la formación de microempresas de jóvenes dentro de la Secretaría de Comercio.

Creemos que sólo a través de la ejecución coordinada y coherente de programas destinados a la atención de los jóvenes, se podrá impactar en el establecimiento de la igualdad de condiciones y oportunidades para la juventud mexicana. Independientemente de que insistiremos en que una entidad particular debe articular estas políticas, estamos convencidos de que el Estado mexicano debe responsabilizarse ahora del desarrollo social de los mexicanos, así como del respectivo de cada grupo que conforma nuestra sociedad, más aún cuando se trata de mirar en conjunto hacia cerca del 40% de nuestra población, un segmento cuyo desenvolvimiento repercute de manera trascendental en la salud de nuestra patria en general y de cada una de sus células en particular.

Por lo anteriormente expuesto, con base en el artículo 21 fracción III del reglamento que rige los trabajos de esta Asamblea, solicitamos:

"Unico. Se constituya una subcomisión de análisis del presupuesto de egresos en la Comisión Especial de Asuntos de la Juventud de esta Cámara para elaborar las propuestas de modificación a que haya lugar."

Firman los siguientes diputados: Victorio Montalvo Rojas; Lenia Batres Guadarrama; Alberto López Rosas; Leticia Robles Colín, del PRD; Gloria Lavara Mejía, del PVEM; Juan Carlos Espina von Roehrich, del PAN; Enrique Padilla Sánchez, del PRI; Víctor Alejandro Vázquez Cuevas; Israel Hurtado Acosta; Antonio Alvarez Hernández; Francisco Javier Salazar Díez; Francisco Berganza Escorza, del PAN; Omar Bazán Flores; Jacaranda Pineda Chávez; Jaime Castro López; Juan Manuel Félix León; Alejandro Guevara Cobos, del PRI; Cristina Portillo Ayala; Bernardo Segura Rivera; Primitivo Ortega Olays, del PRD; María Mercedes Maciel Ortiz; Luis Patiño Pozas; Juan Cruz Martínez, José Luis López López, del PT y Felipe Rodríguez, del PRD.