Intervención en debate sobre suspensión de suministro de agua en escuelas del DF


Debate sobre la suspensión del suministro de agua potable en diversas escuelas de la Ciudad de México

Cámara de Diputados, 10 de diciembre de 1999.

Compañeras y compañeros: 

Si el Partido Revolucionario Institucional estuviera preocupado por la falta del abastecimiento de agua en las escuelas del Distrito Federal, estarían apoyando la aprobación del monto de endeudamiento para el Distrito Federal del cual, una cuarta parte, compañeros, compañeros, se utilizará justamente para fortalecer la infraestructura hidráulica del Distrito Federal. Pero, ¡no!, no es cierto, el PRI no está, no estuvo, no solamente no está ahora preocupado, sino nunca estuvo mientras gobernó el Distrito Federal, preocupado por la población del Distrito Federal y justamente por eso las escuelas que dice la SEP que les recortaron el agua, reciben y siguen recibiendo, como apareció en las notas de periódico, parece que no se enteraron, pero apareció, fue Rosario Robles directamente a las escuelas y demostró, aquí le paso copia, compañera, y demostró que esas escuelas nunca, nunca les suspendieron el agua. 

Tres escuelas en Iztapalapa que reciben el agua por pipas y que deberían haberla recibido desde hace años, no ahora, sino desde hace muchísimos años por medio de la tubería como la deben recibir todos los mexicanos, pero gracias al PRI eso todavía no se logra y gracias al gobierno del Distrito Federal actual se ha ido avanzando en esa infraestructura hidráulica.

Una escuela no existe, han estado mintiendo durante dos semanas respecto a ese corte de agua, en esas tres escuelas de Iztapalapa no se suspendió. Una escuela no existe, que es un kinder en Tláhuac y la otra escuela todavía no se ha ubicado.

El asesor jurídico de la SEP dice, nos viene a decir ahora, que el Gobierno Federal no tiene por qué pagar, en este caso la SEP, no tiene por qué pagar al Distrito Federal el servicio de agua, y se ampara en los artículos 115 y 122 de la Constitución.

El artículo 115 es clarísimo, ninguna dependencia federal, estatal o municipal tiene porque pagar las contribuciones, el servicio del agua no es una contribución, compañeras y compañeros. El asesor jurídico de la SEP debería saberlo como también los diputados federales del D.F. y de Zacatecas del PRI.

Los servicios si los pagan las dependencias gubernamentales y se los pagan a quienes los otorgan, en este caso están obligados a pagar la luz y están obligados a pagar el agua, están obligados a pagar el teléfono, cumplen puntualmente su pago de teléfono a la SEP, porque es una empresa privada y no pueden cumplir puntualmente su pago de agua al Gobierno del Distrito Federal. Hay quienes le han mermado en más de 500 millones de pesos, por falta justamente en el cumplimiento de este pago de agua, nada más en la parte de la SEP.

Compañeras y compañeros, las instituciones de educación superior no por decisión nuestra no por decisión del PRD, sino por decisión de los congresos priístas anteriores, son dependencias federales, es el caso de la UNAM y del Politécnico y de los bachilleratos, son dependencias federales.

Cambien el régimen si ustedes gustan y entonces, y cambien también el régimen de responsabilidad que tiene el Gobierno del Distrito Federal sobre la educación y cambien también las aportaciones que recibe el Gobierno del D.F. y entonces exíjanle, como quieren exigirle.

Compañeras, esto del agua no es más que parte de una guerra a la que pretende responder el PRI, porque estamos exigiendo los perredistas y el Gobierno del Distrito Federal y los legisladores que queremos responderle a la población del Distrito Federal, estamos exigiendo por primera vez lo que sí le corresponde a la población del D.F., que es recibir un trato justo que no recibe actualmente y la prueba más palpable, ya les hemos dado muchísimos datos, pues el único que ustedes deberían de haber ya razonado, es que la población del D.F., aporta cerca del 25% del producto interno bruto y recibe menos del 5% de ese producto interno bruto.

Eso si no les demuestra un trato inequitativo, pues simplemente no son capaces de racionalizar nada.