Lenia
Batres Guadarrama
Subo
las escaleras para salir del Metro Universidad. No hay escaleras eléctricas no
sé por qué. Se oye música al final del andén. Se ha concentrado gente pasando
los torniquetes. Es un grupo musical de invidentes. Creo que son los mismos que
tocan en el Centro, aunque quien sabe, porque tiene voz femenina.
Caballo viejo llena el
ambiente. Se anima un espectador. Ella se hace del rogar un poco, pero cede. Cuando el amor llega así de esa manera, uno
no se da ni cuenta… Estamos al final de la estación y bailan en medio de
peatones que no ceden su andar. La voz
femenina resuena: …el carutal reverdece y
el guamachito florece y las olas se revientan. La música tropical tiene
voces metálicas pero dulces.
Caballo le dan
sabana porque está viejo y cansao, pero no se da ni cuenta que un corazón
amarrao, cuando le sueltan la rienda, es caballo desbocao. Él disfruta
que lo vean. Alza el brazo ostentosamente en cada vuelta. Sonríe. Es un hombre
maduro, delgado, no muy alto, de pelo canoso. A ella le cuesta abandonarse,
pero logra vencer la inhibición. Se deja llevar. No es tan joven, pero sí más
que él. Deja salir una cadencia suave en las caderas. Muy estilo chilango. Apenas
se nota.
Y si una potra
alazana caballo viejo se encuentra, el pecho se le desgrana y no le hace caso a
falseta y no le obedece al freno ni lo paran falsas riendas.
No
es un baile del trópico, en el que las mujeres y los hombres mueven el cuerpo
con soltura, con un ritmo simple que deja menear cada extremidad. El
estilo chilango es más ¿recatado? Contenido, quizá, pero rítmico y sensual. Los
pies mandan, más que caderas, pecho u hombros.
Cuando el amor
llega así de esta manera, uno no tiene la culpa. Quererse no tiene horario ni
fecha en el calendario cuando las ganas se juntan.
No
he visto las vueltas del baile chilango en ningún otro. Vienen anunciadas por
un jaloncito, que los mejores bailadores aprovechan para dar impulso a todo el
cuerpo, lo que brinda un movimiento enérgico y marca el paso.
Caballo le dan
sabana si tiene el tiempo contado y se va pa la mañana con su pasito apurao a
verse con su potranca que lo tiene embarbascao.
Los
pasos chilangos son de varios tiempos, por eso tiene su chiste aprender a
bailar la cumbia. Y todo lo demás se baila casi igual: la salsa, el son cubano y
hasta el rocanrol. El mambo y el chachachá tienen sus variantes, claro, pero se
derivan de ese ritmo básico. Sólo el merengue y la quebradita nos alteraron el ritmo,
aunque el reggaetón también se baila
ahora distinto. La rumba no se baila
como la cumbia, pero en México casi no la bailamos.
Acaba
la melodía. Ella casi corre a su lugar. Él la intercepta, quiere seguir
bailando. Se anima otra pareja. La música sigue juntando cadencia, recuerdos,
admiración..
Ah, ah, ah, al
sonar los tambores…
Como
adolescente, me hundo en el baile. Apenas empezábamos a movernos cuando noté la
sincronía. Fascinante. Perfecta. El tamaño de su cuerpo, su impulso. No podía ser cierto. Me dejé ser. Mi
cuerpo no necesitaba órdenes. Le salían solos esos pasitos domingueros que vienen
cuando se sienten en confianza. Arqué la espalda para hacer rígidos los
músculos. Alguna vez descubrí que la cadera se mueve más si endureces los
músculos. Y él respondía. Luego improvisamos el que llamo paso tepiteño, porque
lo aprendí en los ochenta en las fiestas tíbiri del Centro y la Doctores.
Juntas los pies entre compás y compás y zigzagueas cual swing rápido y breve. Se puede hacer con puntas o con talones. ¿Por
qué no había notado que sus pies son tan grandes? ¿Por qué no había percibido
que tuviera aquellos brazos rígidos y gruesos y los hombros tan anchos y firmes?
Cada pequeña improvisación era bienvenida. Y llegó ese instante. Soltó mi mano
derecha, me siguió sujetando la cintura. Continuó con un paso uniforme algunos segundos.
Me estaba retando. Hice mi pasito varios segundos más en respuesta. Siguió un meneo
silencioso en el que los dos miramos sólo para abajo, sus pies, los míos, sus
pasos, sus pies, sus pasos. Concluyó dando una vuelta suave en la que ya no
pude reprimir el suspiro.
Cuando el amor
llega así de esta manera…
¿Estaba
sonando de nuevo Caballo viejo?
23 de marzo de 2012.